La importancia de EEUU en el Mundo y para Latinoamérica es innegable. Pero no es recíproca la importancia que Latinoamérica tiene para EEUU: todos los presidentes anteriores han creído que nuestra región es simplemente su propio patio trasero, y por eso nos tratan con indiferencia, y sólo se enojan cuando parece que alguien les falta el debido respeto.
Les pasó con Cuba, y les pasa con Venezuela. Respetaban a Rusia durante la Guerra Fría, pero no a Cuba. Respetaron a gobernantes de por sí extraños en otros lugares del mundo, pero no soportan a Chávez.
Algunos presidentes latinoamericanos están tratando de alcanzar cierto grado de respeto por parte del gobierno estadounidense. Y mientras tanto, miran más hacia sus pueblos y fortalecen lazos solidarios dentro de la región, con una gradual y creciente autonomía de Washington. Pero eso no es percatado por el centro del mundo. Y esa es la diferencia entre todos los candidatos y uno solo, sólo uno, de ellos.
Si la lucha presidencial fuera entre cualquier repúblicano y la Senadora Clinton, la diferencia entre quién fuera el próximo presidente en relación a la posibilidad de un cambio de sus políticas hacia la región, sería mínima. Mac Clain sería más exagerado que Bush, Hillary más cauta y reservada. Un cambio hacia los demócratas produciría cambios dentro de EEUU, o en relación a otras regiones del mundo, pero no para América Latina. Salvo, quizás con Barat Obama.
El representante de Illinois, ha dado algunas señales de que mira las cosas con otros ojos. En principio, por su origen minoritario, su participación con organizaciones civiles y su amplitud de mirada, coincide ideológicamente con los dirigentes populistas y progresistas de América Latina.
Y además, aparentemente, es proclive a pensar como ellos, acerca de que si los ciudadanos deben tener iguales derechos civiles y sociales dentro de una comunidad dada, los pueblos deben sentir entre ellos los mismos respetos. Si un ciudadano dentro de un estado, tiene derechos que nadie le puede negar, en el concierto de las Naciones, cada pueblo, cada Nación, cada Estado, debe ser respetado por esa simple condición.
En la actual realidad internacional, los Estados poderosos, y EEUU es el más poderoso, fomentan, fortalecen, defienden y atacan, que los pueblos, las naciones o los Estados son iguales, pero algunos más iguales que otros. Y lo hace presionando con la fuerza de las armas, la tecnología, las companías, el dinero, y si es necesario, más duro todavía.
Por eso, la visión que los demás pueblos del mundo, y los latinoamericanos en especial, tienen de los norteamericanos, no es buena. Y millones de norteamericanos que viven en el exterior de EEUU, lo perciben, y no por casualidad, votan por Barat Obama.
Obama dice claramente que quiere cambiar la imagen que el mundo tiene de EEUU. Y Obama es creíble en esto: los demás no lo son. La esposa de Obama dice que "ahora", no antes, comienza a sentirse orgullosa de ser norteamericana. Y una expresión tan dura, pero tan realista, es creíble. De ninguna manera es aceptable el cinismo la esposa de Mac Clain, cuando dice que ella siempre se sintió orgullosa.
Yo sentí dolor y verguenza, como argentino, durante la dictadura militar en mi país. Y en mi exilio, cuando viví en California, compartí el dolor y la vergueza de tantos chilenos, bolivianos, paraguayos, centroamericanos, exiliados, como yo, por la realidad compartida. El Sr. Clain no se siente avergonzado del impulso y el apoyo que la intervención de las companías y el gobierno de su país realizó en su patio trasero.
Está claro que el sistema imperial no cambiará de un día para otro, ni en 4 años. Pero es imposible de calcular el progreso que significaría que el futuro presidente de EEUU compartiera principios como el de la "solidaridad internacional", de la "no intervención de un Estado en los asuntos de otro" y el de "solución pacífica de los conflictos".
Y Barat Obama dice que él está dispuesto a conversar incluso, con el presidente Chávez, aunque no coincida con él en muchas cosas, simplemente, porque es el presidente que los venezolanos se dieron para representarse. Otros candidatos creen que Venzuela se escribe con B, o que Argentina es la capital de Brasil.